martes, 30 de abril de 2013

Mandando a hacer trabajos...

Reparaciones del chasis

Siguiendo con la restauración, un amigo me echó una mano reparando algunos hierros que había que soldar: la pletina del chasis que hace de tope de la dirección, que estaba rota, el caballete y el basculante, que había que recubrir una parte que el roce de la cadena había ido comiéndose...  Además hubo que enderezar algún reposapiés que estaba algo torcido, pero no era gran cosa...


Coco del faro

Paralelamente, para ir preparando todo lo que había que llevar al pintor, me encargué del coco del faro, que aparte de algún bollo (del cual se encargará el chapista), uno de los soportes del coco con las orejas de la dirección, estaba medio suelto porque le faltaba uno de los remaches. Mi primera idea era encontrar remaches como los originales, pero estuve buscando y preguntando y no encontré... En el foro de La Maneta me sugirieron que usara tornillos abombados (DIN 603) que por el exterior tienen el mismo aspecto, y así lo hice... Al tener el cuello cuadrado, tuve que lijarlos un poco, porque si no, no terminaban de entrar del todo bien. Lijando un poco se solucionó, y quedó perfectamente. Una vez pintado, aparentemente no se tendría que ver demasiado la diferencia (si bien la cabeza es de un diámetro ligeramente superior a los originales).

El pasado fin de semana terminé de desmontar y preparar las últimas piezas que tenía que llevar al pintor, como por ejemplo el piloto Gemo trasero, el cilindro y la culata, etc. Al ser una Impala Turismo, la culata no hay que pintarla, sino dejarla en color aluminio. Por lo que el mismo pintor la chorreará y listo. El cilindro, se chorreará y posteriormente se pintará de negro con anticalórica. Se da la curiosidad que ahora mismo estaba al revés, es decir, la culata pintada y el cilindro sin pintar (pero con tanta mierda que parecía pintado...). 

Ayer por la tarde lo cargué todo en el coche y me fui a Bescanó a llevarle todas las piezas a Amadeu Rovira, quien se encargará tanto de la chapa como de la pintura. También pintaré los plásticos del color original, ese color beige o blanco roto... 

Y los cromados!


La semana pasada también mandé todas las piezas que hay que cromar al cromador. Mi intención inicial era mandar a Custocrom solo el cerquillo del faro, que tenía un golpe, y ellos a parte de cromarlo se encargan de quitar los bollos con buenos resultados. Pero al final, les pedí presupuesto por todo, y no me pareció mal precio, por lo que terminé mandándoles todas las piezas. Lo que no he enviado a cromar es el manillar (porque el que llevaba montado no es el original), y tampoco el escape que tenía golpes, ni tampoco el silenciador, que también tenía golpes. Estos dos últimos por un poco más del precio del cromado, los puedo comprar nuevos, así  que no valía demasiado la pena... Aunque si no hubieran tenido bollos sí que los hubiera mandado...

Lo siguiente...

Bueno, tanto los cromados como la pintura deberían estar para principios de Junio, coincidiendo con la Llotja de Sils. Mientras tanto seguiremos avanzando con otros temas:

Por un lado hay que llevar a forrar las zapatas de los frenos, valorar si hace falta rectificar los tambores de freno (por lo menos uno de ellos, yo diría que sí porque está bastante rallado...). Y empezar a radiar las llantas...

Por otro lado, tendría que ponerme con el pulido del aluminio... Que inicialmente me hacía mucha ilusión, pero después de haber hecho los tambores de freno y sus tapas, me da un palo seguir con el resto del aluminio, que ya veremos cómo terminamos... hehe. 

Finalmente, también hay que llevar a zincar el resto de piezas metálicas que no iban cromadas. 

miércoles, 24 de abril de 2013

El interior del depósito

Bueno, después de un parón bastante largo, he retomado las tareas de restauración de la Impala. Mi idea es tenerla para este verano, aunque cada vez lo veo menos claro, pero se intentará...


Lo primero que he retomado ha sido la reparación del interior del depósito, que entre los años y el tiempo que ha estado sin gasolina, había ido empeorando su estado, y el óxido se había ido multiplicando en su interior. El tema del óxido es importante porque por un lado el óxido se va hacia el carburador y obstruye los conductos del mismo, lo que se traduce en una mala carburación (esto aunque tengamos filtro de gasolina). Por otro lado, va causando la corrosión de la chapa del depósito, y acaba generando poros en el mismo, lo que provocará fugas del depósito y hará aparecer burbujas en la pintura de nuestro depósito recién restaurado!

Inicialmente, mi idea era quitar yo mismo el óxido con los sistemas tradicionales que se cuentan por Internet, como enjuagar el interior del depósito con salfumant y sosa cáustica, aceite y gasolina, vinagre, Coca Cola o otros ácidos mezclados con piezas metálicas, etc. Y posteriormente aplicar algun tratamiento interior como Tankerite. Personalmente, estos sistemas de eliminación del óxido, no me terminan de convencer, porque mucha gente se queja que el óxido vuelve a hacer acto de presencia de forma casi immediata, cuando se está terminando de secar el interior (antes de poder aplicar la capa protectora). Personalmente, y sin haberlo probado nunca, me da la sensación de que son metodos que no aseguran la eliminación al 100% del óxido...

Chorreando el interior del depósito

Tiempo atrás, cuando chorrée la base del asiento, hablando con Josep María de la empresa J. Clapé, me estubo enseñando la técnica que usan ellos para quitar el óxido de los interiores de depósitos. Lo hacen chorreando el interior del depósito con unos cabezales multidireccionales, revisando el resultado con una microcámara por el interior, asegurarándose que no se dejan ningún recodo por arenar. Cuando han hecho esto, comprueban y tapan los posibles poros que pueda tener el depósito. Y ya posteriormente pasan a aplicar el tratamiento que recubre todo el interior del depósito con una capa de resina para evitar que nada se pueda volver a oxidar.

Así que nada, decidí llevarles el depósito y provar a ver qué tal el sistema... Los resultados a la vista son buenos, ahora solo falta que aguante con el paso del tiempo (que esperamos que sí...).  Aquí una foto que le he hecho al interior, donde más o menos se aprecia la capa de epoxi:



A tener en cuenta...

En contrapartida a todo esto, una cosa que creo importante tener en cuenta sobre los recubrimientos  interiores del depósito.
Mientras no haya golpes al depósito no habrá problemas, pero si le damos un golpe y lo abollamos, es posible que esta capa interior de resina, al no ser flexible, se nos agriete, posibilitando de nuevo el proceso de oxidación ya que la gasolina y el aire volveran a entrar en contacto con la chapa del depósito.
En función del uso que se le dé a la moto, esto puede ser importante o no... Por ejemplo, no es lo mismo una moto de carretera para ir esporadicamente de paseo y sin prisas (como será mi caso), que una moto de trial para hacer el cabra, que posiblemente cada dos por tres estará por los suelos...
Así que depende del caso, nos puede interesar o no el tema del recubrimiento interior.

Y acabamos con un vídeo...


Como curiosidad, os dejo el enlace a un vídeo que he visto en el canal de Youtube de Clapé Classics, en que se ilustra un poco la restauración de un depósito, justamente de una Montesa Impala (y no es el mío! hehe):